Pereza

La huida del sexo No somos culpables sino la pereza que ata nuestro espíritu. Es aquella pereza que llena de excusas nuestras bocas que mueren como hojas de los árboles privándonos lo que nos hace humano. Lo humano es animal que cae en abismos en secuencia como una pesadilla como una tormenta sinfín. El ideal de la vida se convirtió en el obstáculo enemigo para arrancar del suelo los momentos felices y convertirlos en recuerdos para la vejez. Las historias se ocultan en la resaca Los sentimientos se endurecen y mueren Humanos con espíritu de pereza dentro de la cárcel del olvido.